Es solo verlo para identificarlo como un Breguet. Una máquina elegante pero complicadísima, fiel al genio de sus creadores, llena de elementos tecnológicos que hacen de esta marca una leyenda única en lo que hoy conocemos como el watchmaking.

 

Abraham-Louis Breguet, un visionario como ninguno, identificó en su época una carencia en el lujo y desarrolló el primer reloj de pulsera de la historia, para la hermana de Napoleón, nada más y nada menos, y desde entonces esa mezcla entre lo extremadamente elegante y lo genuinamente maravilloso en términos tecnológicos ha sido el ADN de su marca.

 

Un diseño que honra la tradición

Según Gregory Kissling, CEO de Breguet, esta es la única Casa de Alta Relojería que ha conservado su identidad visual desde su fundación hasta nuestros días.

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Basta con ver el Tradition Seconde Rétrograde 7035 para dar fe de ese testimonio. La esfera muestra con detalle cada parte del movimiento, que irónicamente, como funciones, solo posee horas y minutos en su cara principal y, a su lado izquierdo, un pequeño segundero descentrado. Todo ello ilustra la continuidad de la innovación técnica y estética de Breguet desde hace 250 años.

 

Un aniversario en oro

Precisamente por los 250 años de la marca, se ha desarrollado una aleación exclusiva de oro de 18 quilates, que combina oro puro, plata, cobre y paladio, para formar la caja de 38 mm, la platina granallada y los puentes granallados y satinados.

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Por otra parte, el punto focal de este reloj es la pequeña esfera en azul Breguet con esmalte grand feu y decoración guilloché —arte del que la marca posee el mayor taller especializado del mundo—, en el mismo tono que el segundero retrógrado y los tornillos de acero azulado.

 

Los números arábigos, entre los que destaca el número 4, así como las agujas, contrastan en un tono plateado.

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Para darle un punto final digno de su estilo, el Tradition Seconde Rétrograde 7035 tiene una correa en piel de aligátor azul marino que combina escamas grandes y pequeñas, y una hebilla del mismo oro que se ha producido para la caja.

 

El origen de la colección Tradition

Desde sus inicios, Breguet se dedicó a trabajar en el nicho que encontró: tener noción del tiempo de una forma muy exclusiva. Su deseo de producir pequeñas series lo llevó a crear los relojes Souscription, pequeños y de una sola aguja.

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Posteriormente introdujo los relojes de tacto, basados en los Souscription, que permitían “leer” la hora tocando la aguja exterior y las marcas colocadas alrededor de la caja.

 

Y finalmente, es de la combinación de estos dos relojes que nace la colección Tradition en 2005, con una estructura única que muestra el movimiento desnudo tal como lo vería un relojero que abre una máquina para inspeccionarla.