¿Cómo se define un color que no se deja atrapar por la mirada? No es azul marino, ni medianoche, ni petróleo; es un azul que se resiste al nombre, un azul Chanel.

Más que una nueva tonalidad, el J12 Bleu introduce una disonancia óptica que desafía nuestras certezas: azul o negro, según la luz y el ángulo. Mate, aunque profundamente luminoso. Clásico, pero sorprendente e innovador. Disponible en dos tamaños de caja —33 y 38 milímetros—, esta edición limitada, que parece llegada del futuro, conmemora los 25 años del inolvidable J12.

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Mecánica precisa y detalles únicos:

el sello de Chanel

Detrás de ese azul mate —que a ratos parece polvo de estrellas y a ratos petróleo— hay una apuesta técnica contundente: Chanel tardó cinco años en desarrollar esta cerámica de alta resistencia. El resultado es un material que conserva el espíritu del J12 original, pero con una presencia renovada, más abstracta, más conceptual.

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La caja, el bisel y el brazalete están completamente construidos en cerámica azul mate, con eslabones y detalles en acero que aportan equilibrio visual. La esfera, en azul marino, prescinde de ornamentos: índices negros, agujas sobrias y una discreta ventana de fecha entre las 4 y las 5. La hermeticidad alcanza los 200 metros de profundidad, lo que refuerza su carácter técnico sin alterar su silueta estética. No hay distracciones, solo una elegancia innegociable.

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El corazón del J12 Blue

En el interior de esta hipnotizante pieza late el Calibre 12.1, desarrollado por la manufactura suiza Kenissi, de la que Chanel es copropietaria. Este movimiento automático de carga bidireccional ofrece una reserva de marcha de 70 horas y está avalado por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC), lo que garantiza una precisión incuestionable. A través del fondo de zafiro puede admirarse su rotor calado en forma de círculo perfecto, una firma mecánica y estética de la maison.

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La elegancia y subversividad de Chanel

En el año 2000, el J12 rompió las reglas de la relojería contemporánea. Era negro cuando todos buscaban el acero y era cerámico cuando la industria aún no hablaba de materiales alternativos. Hoy, con el J12 Blue y los 25 años de este modelo, Chanel reafirma ese mismo gesto: tomar un código y desplazarlo sutilmente hasta volverlo propio.

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Hay relojes, como este, que se explican por sugestión: la tonalidad ambigua, el brillo que no brilla, el contraste que no es contraste. No es un reloj azul, es Chanel redefiniendo el azul.