
Orloj, el reloj astronómico de Praga que esconde en su mecanismo “el alma del tiempo”
18 de julio de 2025
A las once y cincuenta y nueve, la plaza central de Praga empieza a transformarse: hay cámaras, turistas y vendedores ambulantes, pero justo antes de que suenen las campanas se produce un instante de quietud, como si el tiempo esperara su momento para mostrarse. Entonces, las ventanas del reloj se abren y 12 apóstoles cruzan la escena ante la mirada de cientos de personas que, aunque no comprendan del todo lo que ven, saben que están presenciando algo más que una animación mecánica. Es el Orloj, uno de los relojes astronómicos más conocidos del mundo.
Instalado en la torre sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, en pleno casco histórico de Praga, este reloj no solo indica las horas, les da vida y esto ha sido así —casi sin interrupciones— desde hace más de 600 años. El Orloj no es únicamente una proeza técnica del siglo XV, es también una obra de arte, un calendario cósmico y una cápsula del tiempo que aún late.
¿Cómo es exactamente el reloj astronómico de Praga?
Es un reloj astronómico medieval, muy distinto de cualquier reloj moderno. Esta categoría combina la medición del tiempo con la representación de los ciclos astrales. Fue instalado en 1410 y, desde entonces, su complejidad sigue despertando la misma pregunta en millones de visitantes: ¿cómo es posible que un mecanismo tan antiguo continúe funcionando con tanta precisión?
El Orloj no solo marca las horas: muestra la posición del sol y la luna en el cielo, las fases lunares, el paso del zodíaco, las horas babilónicas y la llamada “hora antigua checa”, entre otras lecturas.
¿Cómo funciona el Orloj?
El sistema completo se compone de tres partes principales:
1. El cuadrante astronómico (la esfera central), que es una representación del universo geocéntrico. En él se mueven tres elementos:
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Un sol dorado que recorre el círculo de 24 horas, marcando la hora local y el signo zodiacal.
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Una luna que indica sus fases y su posición.
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Un fondo rotatorio con colores que simbolizan el día (azul), el amanecer y el atardecer (rojo) y la noche (negro).
2. El calendario circular inferior: añadido en el siglo XIX, muestra los días del año con ilustraciones del pintor Josef Mánes. A su alrededor, aparecen los signos del zodíaco.
3. El desfile de los 12 apóstoles: cada hora en punto, dos ventanas se abren y desfilan figuras animadas. A los lados, esculturas alegóricas representan la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria.
¿Y cómo da la hora?
El Orloj ofrece múltiples lecturas simultáneas:
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Hora local de Praga: indicada por la posición del sol dorado sobre el anillo exterior con números romanos.
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Horas babilónicas: basadas en un sistema desigual que divide el tiempo desde el amanecer hasta el anochecer en 12 partes variables según la estación.
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Hora antigua checa: sistema medieval que empieza a contar desde la puesta de sol.
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Zodíaco y fases lunares: el anillo zodiacal gira sobre un eje singular, mientras la esfera de la luna indica visualmente sus fases.
¿Qué tipo de mecanismo impulsa esta maravilla de la relojería?
Lo extraordinario del Orloj no reside en lo que muestra, sino en cómo lo hace. Su mecanismo original es completamente mecánico, activado por pesas que se elevan manualmente cada día para acumular energía. Esta se libera de forma gradual mediante un sistema de engranajes y ruedas dentadas, que incluye un escape gravitacional de tipo foliot en su versión primitiva.
El movimiento se divide en dos trenes separados:
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Uno para el reloj principal y el cuadrante astronómico.
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Otro para el calendario circular.
Además, el mecanismo del desfile de los apóstoles y las figuras móviles cuenta con un sistema independiente, sincronizado con la maquinaria principal mediante un gatillo horario.
A diferencia de los relojes contemporáneos, el Orloj no requiere electricidad. Toda su energía es puramente física y su precisión depende del ajuste meticuloso de los engranajes, que deben resistir los cambios de temperatura, humedad y presión a lo largo del año.
¿Funciona igual en invierno que en verano?
No, el reloj astronómico de Praga se adapta al ciclo solar real, por lo que las horas babilónicas se alargan o acortan según la estación. La inclinación del eje terrestre modifica la trayectoria del Sol en la esfera, generando un movimiento más inclinado en invierno y más vertical en verano.
Este fenómeno se representa con total fidelidad gracias al diseño del anillo zodiacal, que gira con un desfase calculado para imitar la eclíptica solar.
¿Desde cuándo funciona el Orloj?
Fue construido en 1410 por el relojero Mikuláš de Kadaň y el astrónomo Jan Šindel, profesor de la Universidad Carolina de Praga. Es el tercer reloj astronómico más antiguo del mundo y el único que aún opera en su ubicación original.
En 1490, el maestro Hanuš —figura envuelta en el folclore local— añadió las figuras móviles y el calendario; desde entonces, el reloj solo ha dejado de funcionar temporalmente durante conflictos o procesos de restauración.
De hecho, la interrupción más grave ocurrió durante la insurrección de Praga en 1945, cuando el Ayuntamiento fue bombardeado por las tropas nazis. El reloj quedó muy dañado, pero, tras la guerra, artesanos y expertos checos lo restauraron pieza a pieza, reproduciendo incluso las esculturas destruidas por el fuego.
En 2018, el Orloj fue desmontado completamente por especialistas en relojería histórica. Se sustituyeron engranajes del siglo XX, se eliminaron añadidos no originales, se recuperó el mecanismo del siglo XV y se restauró su policromía medieval. Desde entonces, funciona de nuevo con energía mecánica y nada más.
Una anécdota real sobre el reloj astronómico
de Praga
Durante una de las restauraciones menores en los años sesenta, Ludvík Hainz —bisnieto de la familia encargada del mantenimiento del reloj desde 1866— descubrió una pequeña inscripción oculta en el reverso de una rueda dentada. Era una frase escrita a mano, en alemán antiguo, que decía: “Quien entienda este mecanismo, comprenderá el alma del tiempo”. No se sabe quién la escribió, pero desde entonces los relojeros checos la consideran una firma invisible que protege al Orloj.


