Celebrar más de dos siglos y medio de historia no es algo que se haga todos los días, y para conmemorar su aniversario número 270, Vacheron Constantin ha decidido hacerlo por todo lo alto. La casa suiza presenta tres ediciones limitadas del Traditionnelle Openface, un reloj que combina perfectamente la herencia y la modernidad al revelar el corazón mecánico de sus calibres con un refinamiento estético impecable.

​

Fabricados en platino y limitados a 370 piezas cada uno, estos modelos rinden homenaje a dos de los códigos más singulares de la Maison: las esferas caladas y las indicaciones retrógradas. Cada pieza está equipada con correa de piel de aligátor cosida a mano y cierre desplegable de platino, y está grabada con la inscripción conmemorativa del aniversario. Es la materialización del lema que Vacheron Constantin mantiene desde 1755: “Hacerlo mejor si es posible, y es posible siempre”.

​

Tres complicaciones en edición limitada
La colección se compone de tres referencias excepcionales. El primero es el calendario perpetuo con fecha retrógrada, con un calibre 1120 QPR con indicación de día, mes, fecha retrógrada y fase lunar astronómica precisa durante 122 años. El segundo es el tourbillon con fecha retrógrada, con un calibre 2162 R31, visible desde el frontal gracias a la esfera calada y marcado por el motivo de Cruz de Malta guilloché. Y finalmente, el tercero es el calendario completo, que posee un calibre 2460 R31L/2 y ofrece fecha retrógrada, día, mes y fase lunar: un modelo que respira elegancia contemporánea.

​

El arte de mostrar el alma de un reloj
El nombre Openface no es casual. En estas maravillas mecánicas, las esferas caladas permiten admirar la estructura y el decorado de los movimientos, con un guilloché de inspiración Cruz de Malta que evoca la identidad histórica de la casa desde 1880. Los puentes y platinas reciben acabados a mano como Côtes de Genève, pulido espejo y achaflanado, en un ejercicio de artesanía que convierte cada ángulo en un detalle digno de contemplación.

​

Un vínculo con 270 años de historia relojera
El Traditionnelle Openface no es solo un reloj: es un vínculo tangible con 270 años de maestría, transmitido de generación en generación por los artesanos de Vacheron Constantin. Llevarlo en la muñeca es llevar un pedazo de historia viva consigo, casi como un recordatorio de que el tiempo no se mide únicamente en segundos, sino en el legado que dejamos atrás. En cada segundo, este guardatiempo no solo marca el presente: honra el pasado y proyecta el futuro.