Audemars Piguet y Kaws: un diálogo entre arte y precisión
15 de agosto de 2025
El Audemars Piguet Royal Oak Concept Tourbillon Kaws Companion es la convergencia de dos mundos que raramente se tocan: la precisión milimétrica de Le Brassus y el lenguaje visual irreverente de Kaws. Limitada a 250 piezas, esta edición de 43 mm en titanio traslada el arte contemporáneo al corazón de la alta relojería, desplazando la lectura del tiempo a la periferia para otorgar el protagonismo absoluto a una escultura.
El Royal Oak Concept, lanzado en 2002, ha sido siempre el laboratorio experimental de Audemars Piguet, el espacio donde la manufactura explora materiales, complicaciones y diseños que se apartan de las convenciones. Dentro de este marco, la colaboración con Kaws no es un gesto aislado, sino la continuación de una línea de trabajo en distintos universos. Esta vez el diálogo se intensifica: no se trata de decorar un reloj, sino de repensar su arquitectura.
Caja y esfera: titanio, volumen y carácter
La caja de 43 mm, construida íntegramente en titanio, combina superficies satinadas y arenadas para potenciar su geometría arquitectónica. Bajo el cristal de zafiro, el Companion aparece en gris claro y oscuro, con sus icónicos ojos en forma de “X” lacados y una cabeza redondeada que aporta volumen y profundidad. Su pecho abierto revela el tourbillon, incorporando la complicación al propio personaje y rompiendo la barrera entre arte y mecánica.
Las proporciones del personaje encajan con los ángulos del bisel y la arquitectura de la caja; el acabado de sus superficies sigue los mismos estándares de la alta relojería, alternando pulido, satinado y arenado para acentuar el juego de luces.
En el reverso, el calibre manual 2979 se deja ver a través del zafiro, con puentes de titanio tratados en PVD negro y grabados láser con relleno blanco. El diseño de los puentes, de estética acolchada, evoca las formas características del universo Kaws y contrasta con las inscripciones “Swiss” y “39 jewels”, sello de su estatus técnico.
Calibre 2979: tourbillon periférico y prestaciones de vanguardia
El calibre 2979 introduce un sistema de indicación periférica que libera el centro de la esfera. Dos ruedas visibles, guiadas por rodillos, mueven las agujas de titanio alrededor del borde, con material luminiscente azul para garantizar la legibilidad incluso en penumbra. El minutero, calado para diferenciarlo del horario, permite una lectura rápida y precisa.
El tourbillon, situado a las seis, compensa los efectos de la gravedad gracias a una jaula de 10,4 mm que gira cada minuto. Funciona a una frecuencia de 3 Hz (21.600 alternancias/hora) y ofrece una reserva de marcha de 72 horas. El movimiento, compuesto por 273 componentes y 39 rubíes, incorpora escape de áncora y espiral de aleación antimagnética, asegurando precisión cronométrica y resistencia a interferencias externas.
Kaws y el Royal Oak Concept: una integración con discurso
Brian Donnelly, conocido como Kaws, comenzó en los años noventa interviniendo anuncios en las calles de Nueva York. Su personaje Companion ha viajado de los muros urbanos a museos, ferias y esculturas monumentales flotantes. Los ojos en “X” son un sello visual que alude tanto a lo efímero como a lo permanente, mientras que el pecho abierto en esta versión relojera expone un “corazón” mecánico, estableciendo un paralelismo entre la vulnerabilidad humana y la precisión del tiempo.
Integrar este personaje en un reloj de alta complicación no es solo un guiño estético, es una demostración de que la relojería mecánica y el arte contemporáneo pueden compartir un mismo espacio creativo sin diluir sus identidades.
Cómo lucir el Royal Oak Concept Kaws Companion
Un reloj de esta naturaleza exige un marco visual que refuerce su presencia. Funciona con sastrería minimalista en tonos oscuros o muy claros, chaquetas de cuero de corte limpio y zapatos que acompañen su personalidad. El vestuario debe complementar su discurso visual, no competir con él, permitiendo que cada gesto de la muñeca revele lo único que es.
Una obra irrepetible en la muñeca
El Audemars Piguet Royal Oak Concept Tourbillon Kaws Companion no es una simple colaboración, es un punto de inflexión. Su mecánica de vanguardia, su diseño disruptivo y su capacidad para unir dos universos creativos lo convierten en una pieza que solo puede existir en este momento. Es una pieza de colección que muchos indican que debería exhibirse en museos.
Además, es la prueba de que el tiempo, cuando se esculpe con audacia, deja de ser una medida para convertirse en arte.
